Viví mi niñez, adolescencia y parte de mi juventud en casa, con mis padres y hermanos en mi querida y natal Arequipa. Luego, por cuestiones de la vida, me instalé en Lima y compartí departamento con buenos, cercanos pero sobre todo juergueros y beodos amigos.
En ninguna de las dos ocasiones estuve solo.
Luego, sin querer (sin siquiera haberlo pensado) el trabajo me llevó a una fría ciudad del Altiplano. Son casi 10 meses que vivo solo en un mini depa, cómodo pero frio, en una ciudad hostil, por su clima, sus calles y muchas veces por su gente. En ese contexto, definitivamente he tenido que aprender a vivir sin compañía. Y a estas alturas creo tener la autoridad moral para decir cuáles son las ventajas y cuales las desventajas de compartir los días, pero sobre todo las noches… con nadie.
A continuación una lista, sin orden ni concierto, de lo que considero bueno y malo de vivir solitariamente:
Una de las principales ventas es que nadie controla tus horarios, ni tienes que darle cuenta a nadie de lo que haces o dejas de hacer.
Es bueno, también, poder dormir a pierna suelta, en toda la amplitud de la cama.
Puedes llenar toda la refri de lo que se te antoje, latas de cerveza, hot dogs, energizantes, etc..
Puedes ventosear y masturbarte sin pudor.
El control remoto es todo tuyo.
Es bueno también, disfrutar del silencio y lo que ello implica, disfrutar más de la lectura, estudiar con mayor concentración. Aprendes a conocerte a ti mismo, incluso cantas y hablas solo.
Es bueno ver películas a tu regalada gana, poner pause, retrocedery adelantar. Es malo en cambio no tener con quien comentarlas luego de terminadas.
Otra ventaja es que puedes tener videoconferecias triple X, sin roche.
Pero creo que las desventajas pesan más en la balanza:
Llegas a casa y siempre está jodidamente vacía.
Desayunas y cenas solo (y no muy nutritivamente que digamos).
Te das cuenta, por ejemplo, de lo jodido que resulta ponerte los gemelos sin ayuda.
No tienes quien te tienda la cama ni te planche las camisas.
No tienes a quien abrazar en las noches frías.
No tienes con quien compartir el pago del alquiler, el cable, la luz, el agua y el internet.
Es malo, también, no tener con quien compartir las alegrías o desazones del día y tampoco un cigarro o un wisky.
Estas son sólo algunas de las ventajas y desventajas…
Pienso que vivir solo no es ni bueno ni malo, depende de la situación y circunstancias por las que uno está atravesando y sobre todo de lo que quieras o busques en la vida.
Pero lo mejor, sin duda alguna, de vivir solo es que aprecias y disfrutas, como nunca antes, cuando llega el caro momento de rencontrarte con los tuyos (familiares, amigos, pareja) y poder abrazarlos, escucharlos o sólo mirarlos.